Bueno, la cosa no fue tan fácil como pensé.
Primero porque cuando Ocar y yo estábamos por llegar con el rey, un dragontormenta estuvo a punto de atraparnos y tuvimos que huir de él durante dos semanas. Y es que ni modo de dejarlo saber dónde se escondía el rey con los pocos dragones que le son leales. 'Y luego, ya cuando llegamos con el rey, me tomó un rato convencerlo de que mi plan era un plan:
superinteligente
supergenial
superfabuloso
superfácil
supermegacool
superestratégico
porque él estaba seguro de que primero necesitaría reunir a un ejército mucho mayor de dragones fieles a su causa. ¡Ja! Pobre. ¿Con quién creía que estaba hablando?
El caso es que cuando por fin lo convencí de la absoluta genialidad de mi idea... creo que más bien me dio el avión. Puso a mis órdenes a sus 25 dragones más leales, pero les advirtió que casi-casi se dirigían a una muerte segura.
Debo contarte, antes de seguir, blogcito mío, que no hay muchos dragones en el mundo. En total no rebasan los 500, y no todos estaban agarrándose de las greñas. A algunos les tenía sin cuidado el mitote del rey y la reina, pero la mayoría francamente sí estaban allí metidos.
La reina tenía un ejército de 350. El rey de 80. Como ves, la diferencia en favor de ella era abrumadora. Además, tenía como prisioneros a sus hijos, y el rey los quiere tanto que temía que algo les pasara si los dragones se enfrentaban en una lucha directa.
Por otra parte, resulta que en la historia de los dragones, las diferentes especies (y mira que son MUY diferentes) siempre han convivido pacíficamente. Esta es la primera vez que se ponen unos contra otros (y todo por culpa de la mamá de mi dragón). Es muy triste que ahora tenga que haber una lucha, ¿no crees?
Bueno, el caso es que Ocar, los otro 24 dragones y yo llegamos a la entrada de la cueva donde tiene su guarida la reina y su séquito. Entonces puse en marcha mi plan:
1. Hicimos un cilindro hueco y muy alargado de corteza de árbol.
2. Dibujamos a varios dragonestormenta, dragón mecsi, dragón tragón, dragonmucho, dragón de mar, dragón ojos de relámpago, dragón panzanuncasellena y otros en los cilindros, y luego uno de los minidragones (de los buena onda, claro) siguió las siluetas con su bocanada de fuego. Así, quedaron como papel picado de día de muertos.
Luego pusimos cuatro palitos debajo del cilindro y los amarramos con tallos fuertes y verdes. Encima pusimos una bases pegada con resina de árbol.
Abajo de los palitos se pusieron los cuatro minidragones que iban con nosotros. La idea es que hicieran volar el cilindro hueco. Nos tomó tres días de prácticas para que volaran todos parejitos y no se les fuera de lado, si no, el plan fracasaría.
Luego yo me subí a la base con mi iPod y esperamos a que fuera de noche y no hubiera luna, para que la oscuridad fuera total.
En eso... nos llegó un mensaje del rey diciendo que detuviéramos el plan porque él ya viene en marcha a encontrarnos con el resto de sus dragones leales.
El caso es que estamos esperándolo.
¿Qué debería hacer mientras? ¿Qué estás haciendo tú? ¿Qué hay bueno en el cine?
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Hace 4 años.