¿Y si en lugar de blog me mudo a Facebook?

martes, noviembre 17, 2009

Lo voy a buscar

Por supuesto que no me regresé a México. ¡Jamás dejaría solo a mi dragón! Y eso que la tentación del cajón de las golosinas me llama y me llama, pero un amigo es un amigo y yo no quiero regresar dejándolo a su suerte.

 

Pues busqué y el dragón no estaba. En ningún lado. Seguí caminando y llamándolo por todos lados y nada. También traté de olfatearlo, pensando que quizá sí se había hecho invisible, pero no olí feo por ningún lugar.

La zona donde estamos es muy boscosa y hay unas lomas que no parecen la gran cosa (bueno, no lo parecen para alguien de tamaño dragón. A mí me recuerdan los Himalayas o, de perdida, el Popocatépetl).

Estuve acampando allí porque la recepción de mi iPod era buena y buscaba una ruta que me pareciera la más obvia para ir… ¿a dónde? Ya estamos en la república Checa y se supone que en algún lugar de aquí es donde está desaparecida, también, la mamá del dragón.

El caso es que una noche comencé a ver mensajes en el cielo. Aunque ya conozco casi todas las letras, algunos estaban como en clave y no pude descifrarlos, pero lo que sí leí fue: “El origen del problema para incautos no era. Pero para el veneno de amatista la labor está lograda. En el agua me ves pero allí no estaré. De hielo parezco pero delicado no soy. Sigue las pistas y llega porque con esto, juntos por fin, la reina tendrá la pieza que falta en su corona. Ahora ya sabes qué hacer”.

No sé por qué, pero no entiendo nada del mensaje. Y no sé por qué, pero empiezo a pensar que quizá el dichoso heredero del que tanto hablan sí sea mi dragón, porque si no, ¿para que nos pegan tantas corretizas?

Estamos en otoño, los árboles pierden sus hojas y hace un frío del Yeti (ya sabes, del Hombre de las nieves —y no hablo de helados— uy, ya se me antojó uno doble de chocolate con oreo y hot fudge. Mejor me callo). Lo malo de las hojas secas es que hacen ruido cuando camino. Lo bueno de mi tamaño es que, ¿qué dragón va a verme fácilmente? (y eso que soy tan guapo), y lo otro bueno es que son calientitas para dormir, sobre todo si encuentro algún hueco seco Y DESOCUPADO en algún árbol (parece que todos los animales del bosque ya se los agandallaron y no queda casi ninguno disponible).

Pero volviendo al asunto de los letreros en el cielo, cuando leí eso de que había que llevarlo con ella pensé que quizá encontrándola a ella, quien quiera que fuera, daría con mi dragón, y en eso que empiezo a ver a varios dragones volando. 

1 comentario:

Nicker#01 dijo...

Bien Hecho Gussi!!
así el dragón no c sentirá solo y, spero ke no sea tarde(osea de ke lo hayan capturado, por dios que nunca pase!!!!)