Pues tuve que salirme de la cueva, como les dije, porque los minidrangonuchos esos me estaban buscando por todos lados. Entonces me di cuenta de que había un dragón enorme espiando. Era color magenta tirando a morado con los costados azul turquesa y unas escamas que parecían dagas y recorrían su cuerpo color verde jade. Los ojos, naranja Nick. Me cayó bien.
Lo observé durante un par de días y me di cuenta de que no era parte de los otros, que él también hacía anotaciones y mandaba mensajes. Uno decía: "encontré a la reina y al heredero. Imposible recuperarlo".
¿Imposible what? Ah, no. Para entonces yo ya tenía muy armadito mi plan. Entonces de plano fui y me le planté frente a su nariz y le dije quién era yo. Al principio parecía muy sorprendido, pero cuando supo que era el mejor amigo de mi dragón, me escuchó.
Él me contó que cuando la reina supo que uno de sus hijos tenía el poder de hacerlos a todos invensibles derramando en cada uno una gota de sangre. Pero el que tení dicho poder tenía que hacerlo por voluntad propia. Si alguien lo lastimaba o si se equivocaba y cortaba al que no era, los dos morirían instantáneamente. Así que resulta que por eso la tonta reina tiene a los dos dragones amarrados. Dizque los está convenciendo. ¡Ja!
Y su plan es que una vez que sean invensibles, se hagan visibles en el mundo de los humanos y acaben con todos porque los humanos una vez casi extinguieron a los dragones (la verdad es que ahí sí de pronto no los culpo, porque hay que ver cuántas especies de plantas y animales se extinguen todos los días por culpa de los humanos, pero NO voy a dejar que ellos acaben con las personas porque entre todos esos humanos están Hec y Tania y la gran-jefa y USTEDES). Por lo visto, mi dragón opina lo mismo porque como los dos tienen que ceder, con uno que diga que no el plan nomás no le sale a la reina.
Pero según este dragón ella ya está por conseguir una bebida que va a atontar a sus hijos al punto de hacerlos decir sí a cualquier cosa que ella les pida. Sólo que dice que son poquitos los dragones leales al rey, quien quiere que las cosas sigan como están: con los dragones viviendo en las montañas más altas y en los mares más profundos, y haciéndose invisibles para que la gente no los vea y no matando a nadie. Así que no podrían ganarles a los que son leales a ella.
Entonces aquí entra el genial Gussi Green con su superplan maestro que ustedes me ayudaron a armar. Así que le pedí a este dragón, que se llama Ocar, que me llevara con su rey porque yo sabía cómo ganarle a los otros.
Y hace rato me dijo que estamos por llegar, así que mañana mismo me lo presenta. ¡La que les espera a los dragones malos! ¡Ja!
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Hace 4 años.