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A Tania le duele la panza, a Tania le duele la panza. No creas que esto lo sé porque me lo haya dicho, sino porque he aprendido algunas técnicas de investigación viendo trabajar a la reportera H.Usmea.
¿Sabes qué creo que pasó? Que como me encontró comiéndome una de sus pizzas, se comió seis pedazos al hilo antes de que se los ganara. ¡Y ahora le duele la panza! ¿Ves? Eso pasa cuando no mantienes una dieta sana con frutas y verduras y te atiborras de lo primero que encuentras. ¡Ja!
Por otra parte, te informó del status de Hec, quien ayer se subió a la azotea para tomar el sol y dormirse un rato: ¡está rojo-rojo de medio cuerpo! Pero no creas que medio como que de la cintura para arriba, sino rojo de la cara y el pecho (se ve que se quitó la playera del Santo que traía puesta) y blanco de la espalda y la cabezota. ¡Se ve chistosísimo! Como si se hubiera pintado una raya. ¡Ah, cómo me reí!
Y Gerry vino hace rato a invitarnos a jugar no sé qué videojuego nuevo en la megapantallota que tiene en su oficina. ¡Quiero ganarles a todos! (Lo malo es que Sofía es muy buena para esto de vivir con el pulgar.)
Pero ahora te dejo porque hay un artículo sobre cierto aniversario que no me dejan ver. ¿Será por mi cumple? ¡Ya viene! Voy a investigar...
¿A poco no sabes qué significa "vaqueishon"? ¡Está en inglish, mi blog! O sea que está en inglés y se escribe, correctamente, "vacation", pero así como que pierde el chiste.
Lo que sí está muy chistoso es que la gran jefa se fue de vacaciones —por eso es que te estoy escribiendo—, y los chavos Nick armaron la fiesta. Con decirte que a Tania hasta se le olvidó cerrar el cajón de las golosinas y yo fui a darme un superfestín. Después de la comida, cuando el sol estaba pegando rico, Hec se fue con Serafín cargando un bonche de revistas, y como me di cuenta, los seguí. ¿Sabes qué hicieron? ¡Las extendieron en la azotea de la oficina y se acostaron a tomar el sol! ¡Hasta una almohada de revistas se hicieron los muy vacacionistas!
Claro, con mi gran sentido de la responsabilidad luego-luego bajé a ver si habían terminado alguna página que pudiera manchar o llenar con mis comentarios intelectuales, ¡pero me topé a Tania y Karla comiéndose dos pizzas de peperonni ellas solitas encima del escritorio de la gran-gran jefa (no la gran jefa, porque esa estaba de vacaciones y su escritorio no es tan grande como el de la gran-gran jefa). Ah, no. Eso ya me pareció un exceso. No porque se hubieran metido a la oficina de cristal de roca a la que le cambiaron la chapa para que yo ya no entre, ni porque hubieran puesto el radio a todo volumen, ¡sino porque estaban oyendo a Arjona! Así que fui y me volé las dos cajas de pizzas (con todo y pizzas, no vayas a creer que soy tonto) mientras ellas cantaban a coro. ¡Ni cuenta se dieron!
Me fui a mi escondite y comí hasta que parecía que traía un hipopótamo en la panza (ok, uno enano). Luego salí y las vi discutiendo con Irmin, Saadi, Hec y Serafín. ¿Sabes qué hice? Puse cara de angelito.
¡Y a la gran jefa le quedan otros tres días de vacaciones! A ver qué más pasa...
No, nunca le vas a atinar. En serio. A ver, intenta. No. No. No. Bueno, ya te voy a contar: ¡Fui a los premios MTV 2006! ¡En serio!
¿Quieres saber cómo le hice?
¡Fácil! A la gran jefa le llegaron DOS boletos para que fuera. Pero como andaba en junta con la gran-gran jefa, yo vi el sobre primero. Y hábilmente saqué un boleto y un pase para la fiesta que iba a haber después del evento. Luego-luego los escondí en el hueco que hay entre el lugar de Hec y de Tania y puse cara de angelito —que me sale superbien—.
Luego las cosas se pusieron un poco color de hormiga, porque cuando la gran jefa vio sólo un boleto se puso un poco loca preguntándole al aire que cómo nomás le mandaban uno. Y yo... calladito me veo más bonito.
Cuando se le pasó el berrinche y la vi sacar las llaves del auto, ¡que me cuelo!..y hasta aventón me dio en El Huevo (no te rías, así llama ella a su automóvil).
El caso es que llegamos y pues claro, nos tocó juntos.
—¿A poco te mandaron un boleto a ti? —preguntó con cara de que se le salían los ojos al verme.
—Pues sí —respondí con cara de "¿a-poco-no-sabías-que-los-chavos-de-MTV-me-admiran?".
Como que se le arrugó la nariz pero ya no dijo nada porque en ese momento salió Shakira. Ahora el del berrinche fui yo ¡porque traía el pelo lacio y no se veía nada cool!
Luego la gran jefa se emocionó con Evanescence porque es bien rockera, y para cuando salió Daddy Yankee ya los dos bailábamos haciendo los mismos pasitos. Y a la hora en que Robbie Williams se puso a cantar, bueno, ni te cuento las piruetas, caras y aullidos que daba. ¡Casi se trepa por las paredes! Hasta un beso me dio.
Después nos fuimos a la fiesta —cada quien por su lado—, pero nos volvimos a topar allí. Y pues felices con los chavos de MTV que traían cara de "me-he-desvelado-toda -la-semana-pero-no-importa".
Eso sí, hoy he andado de un desvelado que ya no puedo. Y es que no me pude tomar el día porque Hec se puso a sacar páginas y pues yo tuve que ir a meter mi cuchara. Lo bueno es que ahorita ya se fue porque se le poncharon dos llantas a su auto... ¡y una la traía en la cajuela! (¿A quién se le poncha una llanta en la cajuela? No, si te digo que estos de Nick son... todo un caso).
Bueno, te dejo porque me voy a echar una pestañita...
Hoy pensé en tres cosas al mismo tiempo:
1. ¡Ya vienen Halloween y Día de Muertos! (El cajón de golosinas va a estar hasta el tope.)
2. ¡Ya viene mi cumpleaños! (¿Qué me irán a regalar?)
3. ¡Ya viene Navidad! (¿Qué me irán a regalar?)
Todo es tan emocionante que creo que tengo que acostarme un rato para no morir de la emoción. ¡Quiero todo!
La gran-gran jefa acaba de llegar. No le digas a nadie pero la seguí. Cuando llegó frente a su palacio de cristal de roca, que en realidad es su oficina pero para mí es como un castillo inconquistable, la vi sacar una llave dorada de un pequeño baúl que cargaba. ¿Y sabes qué? ¡Con esa llave abrió la cerradura de acero y la puerta se abrió como en cámara lenta para dejarla pasar!
Mmm... Quiero esa llave. A lo mejor sigue allí el dragón que nos prestaron para la edición de marzo pasado y que yo dejé salir, ¿te acuerdas?
Bueno, pero por el momento, me voy a concentrar en el cajón de las golosinas. ¡Tengo hambre!
Querido blog:
Últimamente mis fans me han escrito muchas cartas diciendo que soy perfecto como soy. Eso yo ya lo sabía, claro. Pero enfatizan que soy perfecto del color que soy y al principio no le daba importancia, pero como que ya comienzo a dudar: también me han llegado cartas sugiriendo que sea rojo, morado, azul... ¡y hasta rosita pastel! ¡Imagínate eso!
Al principio creía que estaban locos, pero ahora no sé que pensar. Los de Nick el otro día me convencieron de posar para el fotógrafo poniéndome de varios colores. Me dijeron que era para ver qué disfraz me mandaban hacer para Halloween. Yo me deje porque quiero uno de vampiro diabólico que vi el otro día en unas páginas. Pero ahora comienzo a sospechar que fue una trampa. ¿Y si de verdad me quieren cambiar el color? ¡Siempre he sido de este color!
Ya sé que mis fans son muy importantes. Tan lo sé que los dejé ponerme nombre, ¿o no? Y mira que tuve que aguantar unas sugerencias superñoñas. Pero de ahí a que me cambien de color... ¿qué va a seguir? ¿Que me pongan bigote? ¿Que me hagan bizco? ¿Que me vista con moñitos?
Tengo que averiguar qué está pasando. Hoy en la tarde tienen una junta y voy a tratar de meterme en las páginas que están preparando para imprimir. Con eso de que mañan cerramos esta edición, no he podido ver lo último porque se me hace que lo están escondiendo de mí. ¡Pero yo soy más listo! ¡Ja, ja, ja!
Ya te contaré.